Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://sachindyuc179505.blogofchange.com/39223494/la-cámara-captó-el-cabezazo-de-zidane-y-cambió-todo